jueves, 9 de junio de 2011

Acostumbrarse.

Acostumbrarse, ese es el verbo adecuado, el verbo que puede regir un antes y un después, que puede marcar el paso de un sentimiento malo a un sentimiento mejorado. Acostumbrarse a los golpes, a la rabia y a la nostalgia, acostumbrarse a los hechos y a los deshechos, a la pérdida, a la envidia, a la tristeza, a las malas contestaciones, a las malas conversaciones, a una enfermedad, a la soledad... Pero acostumbrarse no siempre va ligado a cosas malas, también puede ir acompañado de cosas buenas. Acostumbrarse a la compañía, a compartir tus palabras y tus sentimientos con alguien, a los paseos de la mano, a las largas conversaciones, a tus tonterías, a que te saquen una sonrisa, a recordar, a soñar, a amar...

Hoy y aunque también me he acostumbrado a cosas no tan buenas me ha encantado acostumbrarme a tu presencia, acostumbrarme a tu olor, a tus manos y tus caricias, a tus detalles y a tus palabras.
Me ha encantado acostumbrarme a tí.

1 comentario:

  1. Estoy contigoo.. lqo eu pasa que si la cosa no sale bien... se pasa mal.. mual mal :/ muy bonita la entrada :P

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